En este artículo vamos a hablar de dos temas a petición de nuestros seguidores. Uno de ellos es la ley en psicoanálisis, el concepto de ley en psicoanálisis, a qué hace referencia. Y el segundo tema va a ser el intrusismo profesional en el campo de la salud mental.
Bienvenidos. Ya saben que pueden hacer sus preguntas, sus comentarios y pueden hacer solicitudes de programas también, y los iremos realizando. Iremos hablando de todas esas temáticas pues son temáticas de mucho interés que a todo el mundo le preocupan. Que si a usted se le ocurre es porque hay mucha más gente pensando como usted, preguntándose esas cosas, queriendo dar respuesta a esas cosas. Bueno pues vamos a tratar de ir conversando de todas esas cuestiones y preocupaciones en estos programas porque empezar a hablar es empezar a pensar una cuestión.
Vamos a empezar a hablar de la ley, la ley en psicoanálisis. Ustedes conocen el concepto de ley o están acostumbrados o estamos acostumbrados a escuchar acerca de la ley, la ley que nos regula, la ley que nos protege, la ley que nos defiende, la ley que marca límites, que establece entornos que no se pueden rebasar, que establece situaciones o casos donde si una persona, un ciudadano rebasa esos límites, rebasa eso que ha marcado la ley como permitido, eso tiene un castigo. Después están los jueces que castigan esas infracciones de la ley que se producen.
Estoy hablando en el campo social, en el área social donde todos vamos a entender muy bien este símil. Bueno pues para el campo psíquicos sucede exactamente lo mismo. En el aparato psíquico hay ley siempre, hay ley porque somos humanos, porque nos tenemos que construir como sujetos del lenguaje, como sujetos parlantes, como sujetos sociales.
Entonces ya por eso solamente en el aparato psíquico hay una ley. El aparato psíquico no nació con nosotros. El aparato psíquico se forja en nosotros, se construye en nosotros para dar cabida o entrada a esa fierecilla, a ese cachorro humano que ha llegado al mundo inacabado, que todavía no está completo y que tiene que crecer. Tiene que hacerse un sujeto de su especie, primero un sujeto de la especie humana y no un balde o un hipopótamo o un cerdo o una lombriz sino un sujeto de la especie humana.
Bueno pues eso ya requiere un trabajo para ese cachorrito animal. Está todo preparado para que eso se produzca. La humanidad está preparada para que eso se produzca, han sido siglos y siglos y siglos de evolución cultural y de construcción del humano como tal para que ahora ese cachorrito animal, ese bebé pueda ir caminando, o dando sus primeros pasos, sus primeros gateadas primero, porque todavía no tiene pasos y, después, vaya dando paso a paso, vaya recorriendo ese camino de la humanización.
Este camino de la humanización no está terminado, eso es una ilusión. Creer que
somos completos, creer que llegamos a un lugar donde ya estamos completados, donde somos perfectos, donde no nos falta nada, donde lo sabemos todo, pero ya no me refiero a un todo absoluto, me refiero a un todo de ti mismo. Cuando crees que lo sabes todo de ti estás equivocado. Estás en una ilusión, vives en una fantasía y te debe pasar lo mismo con toda la realidad.
Admitirse errado, admitirse incompleto, admitirse inconsciente es un paso hacia la humanización. ¿Por qué? Porque ya somos adultos, ya se supone que el aparato psíquico está constituido. Somos sujetos hablantes y somos todos semejantes pero diferentes. Hay diferencias entre unos y otros, hay diferencias entre hombres y mujeres. Así que si no se acepta la diferencia ya tenemos un problemón, señoras y señores. Tenemos un problemón si a todo el mundo se le trata por igual. Si tratas igual a todas tus novias probablemente las vas a perder porque son diferentes. Ahí lo entienden bien. Bueno, pues las diferencias están presentes permanentemente en nuestro mundo, en nuestras vidas.
Estas son dos cosas que tanto nos cuestan a los humanos, primero aceptarse como humano y después aceptar la diferencia, porque con la aceptación de la diferencia viene la aceptación de la mortalidad. Ah sí, señoras y señores. Y, ¿por qué? Porque la diferencia tiene que ver con la mortalidad. Tiene mucho que ver.
Aprendemos que somos mortales con la diferencia sexual, cuando sabemos que hay hombres y mujeres. ¿Y por qué hay hombres y mujeres? porque se tienen que reproducir por sexuación, se tienen que reproducir un macho y una hembra para que la especie siga existiendo. Y la especie se va a reproducir sea como sea. Por mucho que uno quiera ser un pájaro o un avión, una mujer cuando es un hombre, un hombre cuando es una mujer, un perrito, da igual, la especie se tiene que reproducir y somos la especie humana. Que la especie en cierto modo es inmortal, porque continúa la cadena de la vida a través de las células germinativas, pero los sujetos de la especie somos mortales.
Ven como todo está articulado en el aparato psíquico porque realmente son cuestiones,
las del aparato psíquico, que vienen con el lenguaje. Nacemos en un mundo hecho de palabras, en un mundo donde existen otros, en un mundo donde existe ley, aunque después el perverso se salte la ley, el psicótico forcluya la ley, el neurótico haga como que sí pero que no con la ley, vale, pero ley hay.
¿Cuál es la ley psíquica? ¿Cuál es la ley que tiene que respetar ese cachorrito animal? ¿Ese bebé? ¿Ese niño? ¿Ese futuro hombre o mujer construyéndose en su estado polimorfo perverso que es el primer estado en el que nos encontramos?
Cuando somos bebés, somos polimorfos perversos. Sí señoras y señores. Lo de la inocencia de los niños es un cuento chino. Lo que pasa que tienen una sexualidad diferente a los adultos, una sexualidad polimorfo perversa. Primero goza con la boca todo se lo lleva a la boca. Su comunicación con el mundo, su comunicación sexual, su libido se vincula a los objetos, a sus primeros objetos, a través de la boca. Y su primer objeto amoroso es su mamá.
Es la primera persona a la que va a conocer y no sólo eso, su primera entrada en el lenguaje, porque todo le va a llegar a través de la palabra de la mamá. Le acuna al niño y le va hablando, le va transmitiendo ideología al niño. Todo le llega a través de la madre. Es una transmisora de ideología la madre. Para todas las madres, mejor psicoanalizarse, porque sin daros cuenta inconscientemente transmitís ideología a vuestros hijos y ¿qué ideología es la que se transmite inconscientemente?, que eso es lo peor de todo, que te pasa sin saberlo: la ideología de los sistemas imperantes, esa es la que se transmite.
Pero hay un momento donde hay que interrumpir esa relación del niño con la madre. El niño no puede estar mamando de la madre permanentemente. Sólo por un periodo de tiempo y después, también tiene que separarse de la madre para ir al colegio. Y después se va a tener que separar de la madre para empezar sus primeros estudios universitarios. Y después se separará de la madre para poder tener una novia. Es cada vez. Es cada vez también, porque no porque una vez me separe de la madre ya estoy separado de la madre, no. Porque a los brazos de la madre se vuelve siempre, quieras o no.
¡Ay, qué ilusión esa de la madre fálica! La madre todopoderosa, la madre que te acunaba y te mecía y te daba de comer y daba su vida por ti. Bueno, eso era una argucia de la mamá. Porque te daba la vida pero, por otra parte, te pide la vida. Al revés, la madre tiene que permitir que su hijo cuando tiene que ir dando sus pasitos, cada pasito que le corresponde según su etapa psicosexual en la que se encuentra, la madre tiene que ir permitiendo eso, tiene que ir soltando cuerda un poquito, un poquito. No querer quedarse con el hijo para ella, porque si ya estamos en ese caso es una madre opaca. Lo quiere para ella, no quiere que entre el mundo. En esa relación entre ella y su hijo no quiere que entre el padre, en esa relación entre ella y su hijo el padre es el mundo.
En este primer momento en el que nos encontramos del cachorrito animal amamantado por la madre, pero que ya tiene que soltar la teta de la madre, tiene que separarse de la madre, tiene que ir a dormir a su habitación, es importantísimo que aparezca el primer representante del mundo que es el padre. Es el primer tercero. El primero que va a venir a interrumpir esa relación del niño con la madre. Bueno pues ahí es fundamental que cuando el padre tiene que entrar en esa relación narcisista, que es la relación de la madre con el niño, que parece una extensión de ella, ahí cuando entra el padre, cuando el padre lo separa, tiene que haber una aceptación de la ley. O mejor dicho, tiene que haber una aceptación de la ley para que entre el padre, es decir, la que tiene que aceptar y transmitir la ley al hijo es la madre.
El padre es una función necesaria para el desarrollo de ese cachorro animal. Para el desarrollo de la especie también. En la humanidad hubo un momento donde tuvo que entrar el nombre del padre con el monoteísmo. El padre simbólico. Un tercero que venía a regular de alguna manera esa relación entre los humanos. Al principio la regulación fue totémica, después va a ser una regulación religiosa y, después, una regulación científica. También interviene una regulación psicoanalítica, es decir, diferentes pensamientos de la realidad, en esa evolución de la civilización humana.
En la actualidad disponemos del psicoanálisis, disponemos de esta herramienta tan maravillosa, tan avanzada. Decir, que es una herramienta muy poderosa no es exagerar, es ser justo.
Si Freud produjo, escribió o, mejor dicho, es un producto del psicoanálisis, el psicoanálisis tenía que producirse. Era necesario para el siglo XX y sobre todo para el siglo XXI, que se produjese, se desarrollase, se construyese ese nuevo continente científico. Naciese ese nuevo continente científico que es el psicoanálisis al que tanto le debemos, porque, aunque usted no se analice, usted ya recibe los beneficios del psicoanálisis, aunque no sé psicoanalice. Aunque nunca comience su psicoanálisis usted se beneficia de las cosas que está produciendo el psicoanálisis a nivel mundial porque es un movimiento muy fuerte a nivel mundial.
Es una ciencia de poco más de 120 años. Nació en 1900 estamos en el 2023. 123 años, súper joven. Fíjense que las matemáticas tienen 5000 años. El psicoanálisis tiene 123 años y la cantidad de transformaciones que ha producido en nuestras vidas. No les digo científicamente, las teorías en los libros, en otras ciencias, en el arte, no, en nuestras vidas. Bueno, pues el psicoanálisis ya nos ha traído el concepto de ley, ya nos ha dicho lo que es la ley, ya nos ha dicho que la madre no es totipotente, ya nos ha dicho que debemos separarnos de la madre y no les estoy hablando de la mamá física, la ancianita que tienen en casa. Les estoy hablando de esa madre fálica que es esa tendencia al principio del placer. La tendencia a querer satisfacer los deseos de manera inmediata, sin trabajo, fantaseando siempre con el menor esfuerzo, el mínimo esfuerzo. Dejándose engañar. Bueno vale, eso después cada uno lo decide, por eso también, como hablamos hoy del intrusismo profesional, también cada uno decide a quién le entrega su vida, entre comillas su vida psíquica.
Es muy importante la mente, es muy importante como para dejarla en manos de cualquiera. Es verdad que a veces uno se equivoca y va y se hace una cirugía estética con un doctor que luego resulta que no es un doctor y que entonces le deja la cara estropeada o los senos o no sé qué, hay casos diversos. Pero lo mismo sucede con los profesionales del campo de la Salud Mental.
Es una cosa que está castigada, está penada por la ley el intrusismo profesional. Está penado, no se puede hacer eso. No se puede, aunque no lo pillen al perverso, aunque no lo sancionen desde fuera, del exterior, de la sociedad. Hay, digamos, una auto-sanción, hay una sanción que le llega por ese no respeto de la ley humana. Conlleva una sanción, un castigo del juez interior. Porque el perverso se ve la acción. El perverso es el que lleva a la realidad sus fantasías sexuales infantiles. Las lleva a la realidad, se salta la ley y si lo hace, eso tiene castigo auto impuesto por el propio sistema psíquico. Porque no puede negar que está en un mundo con otros, en relación con otros, entonces lo tiene que renegar. Claro, pero no se puede, pero es un hecho. Entonces hay distorsión. Ya hay distorsión con la realidad. Ya hay perversión en ese caso.
Bueno, pues la perversión no es algo exclusivo de ciertas personas. En mayor o menor grado la perversión está en todos porque provenimos de ese estado polimorfo perverso hemos dicho unas líneas más arriba. Del que partíamos de bebés, que todo nos estaba permitido porque éramos bebés. Te podías hacer caca encima, podías chuparte el pie, podías tocarte los genitales, pero era porque eras un bebé. Después ya vinieron los correctivos, vinieron los diques a esa sexualidad infantil, para que eso se encauzase hacia una sexualidad adulta, normal, sana, relaciones sanas, salud mental.
Ese es el destino para el hombre, para la mujer del siglo XXI. Todo el mundo puede elegir, cada uno puede elegir- uno puede elegir el camino de la perversión o puede elegir el camino de la neurosis, que la neurosis es justo lo contrario. En la neurosis esa tendencia perversa del sujeto se reprime. Está todo tan reprimido, tan reprimido, tan reprimido, (no quiero saber de eso, no, no, no, esto yo no, esto yo no, esto a mí no, esto a mí no me pasa, esto yo no quiero saber de eso, esto no me gusta) tan reprimido está que hace síntoma. Porque claro, se está reprimiendo una cosa que, a su vez, es muy fuerte, de la personalidad del aparato psíquico y entonces eso se va a expresar, se va a expresar sea como sea. Se va a expresar por el camino que le resulte más apropiado para ese deseo. Porque somos pulsionales.
Somos sujetos pulsionales, sujetos de la pulsión, de la libido, de la energía sexual, sí señoras y señores, vamos a llamar a las cosas por su nombre. Porque si no, luego vienen los intrusillos, que van tomando, pero van deformando, van deformando las cosas y, al final, acaban haciendo un yung o un no sé qué de formadores, de deformadores de profesionales.
Dicho esto, todo es válido, todo es posible dentro de unos límites, es decir, si no aceptas los límites del psicoanálisis, no puedes ser psicoanalista, no puedes decir que eres psicoanalista y hacer lo que te da la gana. En ese sentido, un psicoanalista tiene que someterse a una formación muy rigurosa, muy estricta de su disciplina. A la vez, el psicoanálisis en Grupo Cero es psicoanálisis y poesía, con lo cual el Grupo Cero da la posibilidad de todos los caminos, en realidad, son límites que te hacen libre, pero es que al niño también le pasa eso. Que el niño tenga ley, que el niño tenga límites, le da libertad, le da seguridad para vivir, le hace ser más sano, estar posicionado de una manera más real en la vida, más en contacto con la realidad. Entonces los límites son pacificadores, también en lo social. Lo vemos, los límites son pacificadores y si usted no se puede poner en esta frontera a menos de tantos kilómetros de mi frontera porque eso sería una amenaza para mí, entonces llega el otro y rompe el pacto, rompe el acuerdo y empieza a poner sus bases a X kilómetros más cerca de esa frontera que no debía rebasar, pues hay guerra. Es decir, los límites pacifican, los límites existen para que el ser humano sea una especie de la civilización humana, sea una civilización más pacífica, más de la palabra y menos bárbara, menos de la acción de la guerra.
Bueno, tampoco negamos que existe la sobredeterminación económica, por supuesto. La sobredeterminación económica es otra de las grandes sobredeterminaciones para nuestro aparato psíquico. No solamente es que hablemos o, mejor dicho, el que hablemos ya nos hace formar parte de ese sistema que es el mundo humano que ya está construido, que ya está hecho, donde lo que sobredetermina es el valor y las relaciones entre mercancías. El valor es lo que regula las relaciones entre mercancías y nosotros ocupamos una posición dentro de ese sistema, también del sistema de producción e intercambio de mercancías que es el capitalismo. Bueno pues eso también determina la salud mental y la salud social del sujeto que es psíquico y social al mismo tiempo.
Como veis, el concepto de ley es complejo en el campo del psicoanálisis y requiere tener en cuenta todos esos parámetros. Digamos una visión amplia, no quedarnos solamente con lo que es el psicoanálisis como terapia, que es una aplicación concreta. Digamos que es una aplicación del psicoanálisis para el cuidado de la salud mental pero que el psicoanálisis nos explica muchas cosas. Y como decía, el psicoanálisis y la poesía.
La poesía va abriendo caminos al psicoanálisis, va por delante de la ciencia porque se permite la libertad del imaginario universal. La poesía tiene la libertad de combinar cualquier palabra con cualquier palabra, entonces, da otras posibilidades al ser humano. La poesía, podríamos decir, es el pensamiento más avanzado, el poético psicoanalítico en este momento histórico de la humanidad en que nos encontramos. Es el que habla de nuestra sexualidad, de las sutilezas del ser humano, de la psicopatología de la vida cotidiana, para decir que Salud Mental necesitamos todos y que nadie la puede cuidar por ti, por nadie. Es un trabajo, porque lo de tomarse la pastilla es muy rápido, nos parece que es muy rápido, pero no produce transformaciones. Pues no hay trabajo, no hay trabajo. Pero claro, cómo nos gusta esa tendencia al principio del placer. Nos gusta que nos prometan que vamos a conseguir algo sin trabajo. Nos encanta porque va perfecto con el principio del placer: usted haga esto que sin trabajo va a poder se lo aseguro yo. Después es mentira, pero como uno se ha dejado engañar, como ha sido un autoengaño, en realidad el mentiroso, el farsante, sabe que el otro quiere ser engañado. ¿Por qué hay algunos a los que no les engañan y no pican, y otros a los que les engañan y pican? Porque el que pica quería ser engañado, se autoengañó vamos a decir así, inconscientemente, sí, puede ser.
Preguntas:
- ¿Qué porcentaje de intrusismo en psicoanálisis calculas que puede existir?
- En cifras no lo sé, lo que sé es que somos muy pocos psicoanalistas en el mundo.
- Desde el punto de vista del psicoanálisis ¿por qué nos gustan tanto los chismes?
- Los chismes, no sé, tendría que escucharte un poquito más para poder responder a esa pregunta. A mí me parece que si hablas a nivel social de medios de comunicación y esto y que los programas vayan en relación con, por ejemplo, la prensa rosa. Con meterse en la vida sentimental de los famosos, inventarse una noticia, etc. ese tipo de chismes. Por ejemplo, yo creo que eso más bien son intereses económicos los que se decantan por ese tipo de programación que narcotiza a la población, que contribuye a que se quede en el principio del placer regocijándose en ese no pensar, en ese no ir más allá de lo sensitivo, de los celos, de la envidia, de no hacer nada. No sé, bueno, ¡no hacer nada es tanto hacer! En ese sentido el chisme ocupa la mente en cosas fáciles para la mente digamos. Y la desocupa, resta esa energía para la acción social, para ponerla en otro lugar. Luego también, claro, depende de qué chismes. Es como los chistes, habría que ver si no tiene algo también, si no hay algo agresivo en los chismes, si no hay algo agresivo en chismear sobre una persona. De alguna manera también estás satisfaciendo una tendencia sádica, una tendencia agresiva hostil contra esa persona. Y luego está la cosa sexual que es regocijarse en esa sexualidad infantil, es decir, toda en el campo de la fantasía.
- Doctora, ¿Cómo desde el psicoanálisis se puede ayudar a una persona con depresión?
- Psicoanalizándola. La depresión es una enfermedad que requiere un tratamiento. O sea, hay que pensar que las enfermedades mentales, las enfermedades psíquicas, los problemas psicológicos son enfermedades que se construyen. Es decir, no es que estuvieran siempre ahí, hubo un momento en que se produjo la enfermedad. Entonces, el tratamiento psicoanalítico lo que va a hacer es, igual que esa enfermedad se produjo y siguió unos pasos, una serie de operaciones, una serie de trabajos psíquicos para que llegase a producirse, esa depresión en esa persona, el tratamiento psicoanalítico, ahora, tiene que hacer lo contrario, deshacer todo eso, volver a dar esos pasos psíquicos para que se vaya deshaciendo ese problema, ese conflicto psicológico, esa enfermedad. Deshacerla y hacer otra cosa con eso. Porque esa misma energía que produjo la enfermedad necesita tener otra salida, necesita un exutorio, necesita ser invertida en otro proyecto de vida diferente a la enfermedad. Entonces, es un trabajo hay que hacer, un trabajo de psicoanalizar a ese paciente, de psicoanalizar que es que se psicoanalice, es decir, que se quiera curar por lo menos desde su voluntad consciente, que diga sí, me quiero cuidar, me quiero cuidar m (a mí). No quiero más esto, no quiero el camino de la enfermedad.
Entonces el trabajo que tiene que hacer el paciente es hablar. Tiene que hablar libremente y ver cómo se ha producido todo eso que le pasa. Hablando libremente vamos tener material para poder ir deshaciendo eso. ¿Y eso cómo se deshace? Con un bisturí especial que hay en el psicoanálisis que se llama la interpretación. Interpretando lo inconsciente, interpretando los deseos inconscientes que se han expresado mediante esa enfermedad. Y así vamos ayudando al deprimido a salir de su depresión a curarse de su depresión y a construirse una alternativa a la depresión, otra vida psíquica. Otra forma de resolver los conflictos que no sea deprimiéndose. Porque es un intento de solución la depresión. Como otros trastornos neuróticos, son intentos de resolver lo que no pudo resolver de otra manera porque no estaba preparada, digamos, su posición psíquica, o no estaba bien posicionado para resolverlo de otro modo. Lo resolvió así, se deprimió. Lo resolvió así, se neurotizó, se enfermó de una enfermedad mental. Entonces hay que estar muy bien preparado, muy bien capacitado profesionalmente, porque si no, sobre todo, se va a dañar a sí mismo, porque el paciente al final viene, habla y se va. Pero el psicoanalista se va a dañar mucho a sí mismo si no se cuida.
- ¿Por qué motivo recomiendas al grupo Cero en psicoanálisis?
- Porque son psicoanalistas que se cuidan su salud mental. Están en formación permanente y en psicoanálisis permanente. Sobre todo, porque están en análisis permanente. Y también porque prometemos lo que damos, damos lo que prometemos: psicoanálisis. Así que si usted quiere comenzar su psicoanálisis…
- ¿Por qué el chisme dice que puede venir de la sexualidad infantil? No entendí.
- ¿A ti qué te parece? Algo entendiste. Mira la sexualidad infantil, está por una parte lo que sería el contenido sexual, la atracción a la madre, pero por otra parte está la parte agresiva contra el padre que es el primer rival, entonces cualquiera de las dos facetas edípicas está involucrada en el chisme.
Virginia Valdominos
Psicóloga y Psicoanalista del Grupo Cero
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