La Depresión Enmascarada. Enfermedad Orgánica

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN ENMASCARADA?

La depresión enmascarada es una forma de depresión donde los síntomas depresivos están escondidos bajo la forma de síntomas físicos y enfermedades orgánicas, en algunos casos muy graves, como por ejemplo el cáncer. Lo que dificulta el diagnóstico de depresión.

A menudo se pensaba que los síntomas depresivos eran resultado de comunicar al paciente la mala noticia de la enfermedad orgánica, sin embargo, los estudios científicos señalan que la enfermedad orgánica es una consecuencia de la depresión. No podemos decir que todos los pacientes con depresión van a tener una enfermedad orgánica. Pero sí que en todos los casos de enfermedad orgánica hallamos antecedentes de depresión.

La explicación está en que cuando una persona se deprime, también se deprime su sistema inmunológico, que es el que más conectado está con las emociones. Y, por otra parte, por una cuestión de economía psíquica, el enfermo no tolera la dolorosa inmovilización de libido que supone la depresión y en el intento de movilizar esa energía se producen lesiones en el órgano.

Se ha observado que cuando un paciente con depresión es diagnosticado de una grave enfermedad orgánica, mejora de los síntomas depresivos, sin embargo, no debemos dejarnos engañar puesto que la depresión no ha desaparecido. Una vez que el paciente se cura de la enfermedad orgánica, vuelve a reaparecer la depresión.

Si padeces una enfermedad orgánica te recomendamos realizar un tratamiento psicoanalítico en paralelo a tu tratamiento médico. De este modo, abordarás los aspectos psíquicos implicados en la producción de la enfermedad y evitarás que una vez curada, se produzcan recidivas. Consúltanos por tu caso. Podemos ayudarte.

¿Cómo tratamos la depresión enmascarada?

El psicoanálisis tiene como efecto inmediato la movilización de la libido del sujeto previniendo el desarrollo de enfermedades orgánicas.

Entre la depresión y la enfermedad orgánica media la depresión del sistema inmune. La depresión psíquica y la depresión del sistema inmune son dos caras de la misma moneda: la cara psíquica y la cara orgánica. Un mismo sujeto que enferma su psiquismo y su cuerpo (cuerpo y psique se continúan como la banda de moebius), son diferentes pero inseparables. Entonces depresión e inmunodepresión están en la base de la producción de la enfermedad orgánica. El tratamiento que previene su desarrollo es el psicoanálisis.

Señalamos la conveniencia de realizar tratamientos combinados psíquicos y orgánicos, cuando ya se ha producido la enfermedad orgánica pues si no se trata la depresión de base el paciente se puede curar de la enfermedad orgánica y desarrollar otra enfermedad (por ejemplo, curarse de un cáncer o tumor y desarrollar otro cáncer).

El tratamiento de la depresión por medio del psicoanálisis también evita conductas de riesgo (actos de daño personal, actitudes suicidas o suicidios encubiertos) que conducen a otras enfermedades infecciosas graves o al abandono de la medicación necesaria para el tratamiento de una enfermedad mortal, que con medicación deja de serlo.