¿Qué es el miedo?
El miedo es una reacción a un peligro exterior, una señal para la fuga, manifestación del instinto de conservación, que preserva nuestra integridad.
¿Qué es la angustia?
La angustia es una reacción ante un peligro interior, del que no podemos huir, puesto que se puede escapar de todo menos de uno mismo. Es una señal de que un deseo reprimido intolerable por el sujeto está intentado expresarse. Ante esta señal, el sujeto psíquico trata de escapar, como si de un peligro exterior se tratase, mediante el desarrollo de síntomas, pero sin éxito.
Existen tres formas de angustia:
1. Un estado general de angustia, una angustia que podríamos calificar de flotante, dispuesta a adherirse al contenido de la primera representación adecuada. Esta angustia influye sobre los juicios del sujeto, influye en las esperas y espía atentamente toda ocasión que pueda justificarla, por lo que también se le da el calificativo de angustia de espera o espera ansiosa. Las personas que padecen esta angustia, prevén siempre las cosas más terribles, ven en cada suceso accidental el presagio de una desdicha y se inclinan siempre a lo peor cuando se trata de un hecho inseguro o incierto. Esta tendencia se observa en muchos individuos que fuera de esto no presentan ninguna enfermedad, siendo considerados como personas de humor sombrío o pesimista. Pero si esta angustia de espera se intensifica puede convertirse en una neurosis de angustia.
2. Una angustia asociada a determinados objetos y situaciones. Ésta es la angustia que caracteriza a las fobias, tan numerosas como singulares: fobia a la oscuridad, al aire libre, a los espacios descubiertos, a los gatos, a las arañas, a las orugas, a las serpientes, a los ratones, a las tormentas, a las puntas agudas, a la sangre, a los espacios cerrados, a las multitudes humanas, a la soledad, al paso por puentes, a las travesías por mar, al viaje por ferrocarril, etc.
3. Una angustia sin un peligro que la justifique. Por ejemplo, en la histeria aparece en una excitación cualquiera que hace esperar otra manifestación afectiva pero no la de angustia. Puede producirse sin causa aparente y de una forma incomprensible, ya que se trata de un acceso espontáneo sin que exista peligro alguno o pretexto para tal exageración. En estos accesos espontáneos el estado de angustia es susceptible de disociación: el acceso puede ser reemplazado en su totalidad por un único pero muy intenso síntoma –temblores, vértigos, palpitaciones u opresión- y sin embargo falta o aparece de una forma muy poco intensa, el sentimiento general característico de la angustia.
¿Qué es una fobia?
Una fobia es un miedo desproporcionado a un estímulo, aparentemente exterior. Y decimos aparentemente porque lo que sucede en el paciente fóbico es un desplazamiento del temor o angustia a un estímulo interior (deseo inconsciente) hacia el exterior, adhiriéndose a una representación significante para el sujeto, más fácilmente tolerable.
Existen tres grupos de fobias:
A. Los objetos del primer grupo tienen algo de siniestro para todas las personas, porque recuerdan un peligro. Por esta razón las fobias a estos objetos no nos parecen incomprensibles aunque sí de intensidad exagerada. Por ejemplo la repulsión a las serpientes.
B. En el segundo grupo se incluyen los caos en los que existe un peligro pero, tan lejano, que no solemos tenerlo en cuenta. Por ejemplo, sabemos que un viaje en tren nos expone a un riesgo de accidente que evitaríamos si nos quedáramos en casa, pero no por ello dejamos de viajar, sin experimentar angustia y sin pensar en esos peligros. O en el caso de la soledad, está justificado que procuremos evitarla en algunas circunstancias, pero eso no quiere decir que no podamos soportarla en otras. En este caso, lo que nos parece extraño no es el contenido de la fobia, sino su intensidad.
C. El tercer tipo escapa por completo a la comprensión popular. Incluye las fobias que tienen por objeto a algunos animales, por ejemplo gatos o ratones. Es obvio que no se trata de una exageración de una antipatía generalmente humana, ya que hay personas que aman a los gatos o compran ratones y los tienen como mascotas. Otro ejemplo es el de los agorafóbicos que, por ejemplo, muestran una imposibilidad para cruzar la calle.
¿Qué puedo hacer si presento alguno de estos cuadros sintomatológicos?
Si se siente identificado con algunos de estos síntomas, contacte con nosotros. La angustia, miedos y fobias, tienen curación.
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