Tratamiento para la Histeria

¿QUÉ ES LA HISTERIA?

La histeria es una enfermedad producida por un conflicto psicológico que se expresa en el cuerpo como si fuera un escenario. La pueden padecer tanto hombres como mujeres.

Algunos síntomas histéricos son perturbaciones de la motricidad, parálisis, dolores corporales, anestesias locales o hiperestesias, trastornos de los sentidos como sordera o ceguera, trastornos a nivel de genitalidad como frigidez o impotencia, alucinaciones, etc.  En todos los casos se trata de trastornos funcionales de los órganos. No hay una lesión orgánica. Por ejemplo, la sordera no se debe a ninguna lesión en el oído sino que se trata de una sordera psíquica.

La histeria se vale de un amplísimo repertorio para expresarse, no cumple ni con las leyes de la anatomía ni con las reglas de la patología, nada de ella funciona como cabría esperar para las ciencias médicas, puesto que lo que la sostiene es una frase. Desde la psiquiatría, se la silencia y en muchas ocasiones aparece adornada con ropajes de depresión o de supuestas enfermedades médicas inexplicables. Hay cierto desinterés de los médicos por los histéricos e incluso cierto rechazo y evitación.

Si padeces trastornos funcionales en el cuerpo, en los órganos perceptivos o motores, epilepsia, u otros trastornos de origen desconocido, puede tratarse de una histeria. Consulta por tu caso, podemos ayudarte.

¿Cómo tratamos la histeria?

Todo suceso, toda impresión psíquica está provisto de un cierto valor afectivo, del cual se libera el yo por medio de una reacción motriz o por medio de una labor psíquica asociativa. Si el sujeto no puede o no quiere poner en práctica estos medios, por miedo a conflictos psíquicos dolorosos, porque se lo impidió el pudor o las circunstancias sociales, o porque sufrió esas impresiones en el curso de estados en los cuales el aparato psíquico todavía era incapaz de enfrentar la solución, el recuerdo de la impresión adquiere mucha mayor importancia y se constituye en causa de síntomas histéricos. La imposibilidad de eliminación reside en que esa impresión permanece en lo inconsciente.

Se ha demostrado que estos recuerdos corresponden a hechos acontecidos o fantaseados de la infancia, vividos de una forma pasiva, que no han sido suficientemente elaborados psíquicamente. Y en muchos casos han sido elaborados somáticamente por medio de un mecanismo psíquico que se denomina CONVERSIÓN. Ha habido un propósito del enfermo de olvidar los sucesos penosos por lo que los REPRIME y excluye, en la mayor medida posible de la asociación con otros recuerdos y representaciones mentales. De este modo, las representaciones devenidas patógenas se conservan tan frescas y plenas de afecto porque se les ha negado su posibilidad de descarga o de elaboración asociativa.

El tratamiento psicoanalítico permite elaborar psíquicamente esas impresiones produciendo la frase que sostiene los síntomas y produciendo modificaciones permanentes en el paciente. El tratamiento puede llevar más o menos tiempo, pero es eficaz en todos los casos.