¿SALUD MENTAL O SALUD SEXUAL?

Es necesario crear en la opinión pública un espacio para que se discutan los problemas de la vida sexual; se debe poder hablar de estos sin ser por eso declarado un perturbador o alguien que especula con los bajos instintos. Y respecto de todo esto resta un gran trabajo para el siglo venidero, en el cual nuestra civilización tiene que aprender a conciliarse con las exigencias de nuestra sexualidad.

Hablamos de salud mental como un término genérico que a veces hace considerarse a las personas sanas o insanas, en el mejor de los casos, los lleva a realizarse una pregunta acerca de si están o no locos, o suficientemente neuróticos como para acudir a un profesional, o si necesitan hablar con alguien, si ya hablan con mucha gente, etc.

Cuando, en verdad, se trata conciliarse con las exigencias de nuestra sexualidad, y sexualidad tenemos todos por el hecho de ser hablantes. Esa es nuestra sexualidad propiamente humana.

Todo en el ser humano está tocado por la palabra, incluso los impulsos instintivos se las tienen que ver con el lenguaje.

Psicoanalizarse le ayudará a llevarse mejor con sus propias exigencias sexuales que de no expresarse por la vía de la palabra, hacen síntoma.